El costo de malgastar el tiempo.

🎉 ROMPEHIELOS: Marca el minuto

Pide a todos que cierren los ojos. Inicia un cronómetro de 1 minuto. Luego pide a todos que levanten la mano en silencio cuando crean que ha pasado un minuto.

Es curioso cómo puede variar nuestra percepción del tiempo. A veces, lo que nos parece largo en realidad es corto, y lo que sentimos como breve puede ser más significativo de lo que imaginamos.


🗓️ Anuncios:

Obtén más información sobre estos eventos en nuestra aplicación o página de eventos.

Pasantía creativa

Jueves, 11 septiembre - 6:30 PM - 8:30 PM

Legado - Clase de Enriquecimiento Matrimonial

Lunes, 22 septiembre - 7:00 PM - 8:30 PM

Costo: $50 por pareja

Campamento de Hombres

Jueves, 9 octubre - sábado, 11 octubre

Whispering Winds Camp 17606 Harrison Park Road Julian, CA


3 formas de hacer que el tiempo cuente

1. Manejo del tiempo.

Administrar el tiempo se trata de estar preparados. En Mateo 25, las vírgenes prudentes estaban listas cuando llegó el novio, pero las insensatas se lo perdieron porque estaban distraídas. La verdad es que muchos vivimos con una mentalidad de “algún día”: algún día me acercaré más a Dios, algún día serviré, algún día me detendré por lo que realmente importa. Pero ese “algún día” no está garantizado.

Cuando administramos bien nuestro tiempo, no permitimos que las distracciones o las excusas nos roben encuentros con Dios. En cambio, establecemos ritmos que hacen espacio para Su presencia y Su voluntad.

Preguntas de reflexión:

  • ¿Qué excusas o distracciones me han estado alejando de las cosas de Dios?

  • ¿En qué áreas necesito establecer mejores límites para vivir preparado, en lugar de sentirme siempre apresurado o sin estar listo?

  • ¿Estoy llenando mis días con lo que más importa, o solo con lo que parece urgente en el momento?


2.  Maximiza el tiempo.

El Salmo 90:12 nos enseña a “contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría.” Ninguno de nosotros sabe cuánto tiempo tiene realmente, pero todos sabemos que es limitado. La tentación es esperar el “momento perfecto” para dar pasos de fe, asumir riesgos o caminar en obediencia. Pero Eclesiastés 11:4 nos recuerda que si esperamos condiciones ideales, nunca sembramos y nunca cosechamos.

Aprovechar al máximo el tiempo significa ver cada día, cada momento, como una oportunidad para caminar en el propósito de Dios. La oportunidad que tienes hoy—ya sea animar a alguien, crecer personalmente, o decirle “sí” a lo que Dios te está pidiendo—puede que no vuelva a presentarse.

Maximizar el tiempo se trata de aprovechar esas oportunidades, no de postergarlas.

Preguntas de reflexion:

  • ¿Qué paso de fe he estado postergando porque he estado esperando el “momento perfecto”?

  • ¿En qué área de mi vida necesito pasar de la procrastinación a la acción?

  • ¿Cómo puedo empezar mis días con una mentalidad que vea el tiempo como una bendición para aprovechar, no para desperdiciar?


3. Multiplica el tiempo.

La parábola de Jesús en Mateo 25 nos muestra que el tiempo, al igual que el talento, es algo que podemos invertir. Los siervos fieles multiplicaron lo que se les había dado, pero el siervo infiel enterró su parte y la desperdició. Multiplicar el tiempo no se trata de exprimir más horas en el día, sino de invertir ese tiempo en personas y cosas que tengan un impacto más allá de nosotros.

Cuando inviertes tu tiempo en mentorizar, animar, servir o construir el Reino de Dios, el fruto sigue creciendo mucho después de que el momento haya pasado. Eso es multiplicación. Jesús mismo dijo en Juan 17:4: “Te he glorificado en la tierra, habiendo acabado la obra que Me diste para hacer.” Ese es el objetivo: no solo vivir mucho tiempo, sino vivir bien multiplicando nuestro impacto para Dios.

Preguntas de reflexion:

  • ¿Estoy simplemente manteniendo mi agenda, o estoy multiplicando mi impacto?

  • ¿En quién puedo invertir esta semana para que la obra de Dios en mí no se quede solo conmigo?

  • ¿A qué puedo decir “no” para poder decir un “sí” más fuerte al impacto del Reino?


Declaración de la semana:  "Esta semana declaro que mi tiempo es un regalo de Dios, y lo administraré bien. No desperdiciaré mis días en distracciones, excusas o cosas que no estén alineadas con mi propósito. En cambio, gestionaré mi tiempo con sabiduría y preparación, aprovecharé cada oportunidad que Dios ponga delante de mí, y multiplicaré mi impacto invirtiendo en personas, propósito y Su Reino. Me niego a vivir de manera casual o descuidada. Elijo vivir preparado, caminar con sabiduría y terminar la obra que Dios me ha confiado. Mi tiempo contará una historia de fe, fruto y un impacto eterno. En el nombre de Jesús, amén.


Previous
Previous

CUANDO EL AMOR SE ENFRÍA.

Next
Next

Asesinos de relaciones.