CONSTRUIDO DIFERENTE.
Salmos 112:1-3
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Domingo, 7 de Diciembre
SERVICIO DE NAVIDAD
Domingo, 21 de Diciembre 1pm
SERVICIO A LA LUZ DE LAS VELAS
Domingo, 21 de Diciembre 6pm
Rompehielo — “Legado de una Palabra”
Pídeles a todos que piensen en una sola palabra que les gustaría que la gente usara para describirlos al final de su vida.
3 Decisiones Que Tomamos Para Construir Un Legado Piadoso.
Salmos 112:1-3, 2 Corintio 1:21–22
1. Elige Un Dios Que Honre La Vida.
Salmos 112:1, Hechos 2:43 [TPT], Salmos 78:2-4 [NTV], Proverbios 3:9, Mateo 25:40, Colosenses 3:13, Romanos 12:1
Nuestro legado comienza con las decisiones que tomamos cada día. Vivir una vida que honra a Dios no se refiere a ser perfecto, sino a alinear intencionalmente nuestros pensamientos, palabras y acciones con la verdad de Dios. Cuando nos deleitamos en Él con asombro y admiración, obedecemos sus mandamientos y dejamos que nuestra fe guíe nuestra vida, nuestras decisiones diarias comienzan a sentar las bases de un legado duradero. La forma en que manejamos la decepción, tratamos a los demás y administramos lo que Dios nos ha dado refleja nuestro compromiso con Él y, con el tiempo, moldea una vida que guía a otros hacia Dios y deja un impacto duradero, centrado en Dios.
Preguntas De Reflexión:
¿Cómo han influido las pequeñas decisiones invisibles de tu pasado en tu influencia o legado actual?
¿Qué sería diferente si cada decisión reflejara una profunda conciencia de la presencia y los propósitos de Dios?
2. Elige Invertir En Las Personas Intencionalmente.
Salmos 112:2, Hechos 20:32, Proverbios 22:6 [ESV], 2 Timoteo 1:5, Salmos 90:17, Salmos 37:25-26 [VOICE], Hechos 20:32 [NLT], 2 Samuel 24:24
Nuestros hijos y la próxima generación observan más de lo que escuchan. Cada decisión de anteponer sus necesidades a las nuestras, cada momento intencional que dedicamos a enseñarles, guiarlos y amarlos, se convierte en un depósito espiritual que moldea su carácter, su fe y su futuro. Invertir consiste en cuidar el futuro que ya existe en el presente, incluso cuando cueste tiempo, energía o comodidad personal. El legado se construye mediante actos constantes e intencionales cuando elegimos ser un modelo para los demás. Donde nos sacrificamos, nuestros hijos construirán. Nuestro legado espiritual comienza ahora mismo, no cuando ya no estemos.
Preguntas De Reflexión:
¿Qué hábitos consistentes e intencionales podría comenzar esta semana para modelar la fe, el carácter y la integridad de la próxima generación?
¿Cómo han moldeado mis acciones, tanto intencionales como no intencionales, el desarrollo espiritual o del carácter de mis hijos?
Si me comprometo plenamente con una inversión desinteresada hoy, ¿qué podrían construir mañana mis hijos o las personas en quienes influyo?
3. Elige Dejar Que La Rectitud Se Convierta En Tu Reputación.
Salmos 112:3, Proverbios 20:7, Romanos 5:17, 2 Corintios 5:21, Mateo 7:24-25; Isaías 40:8
La próxima generación aprende lo que es correcto mucho antes de que se lo expliquemos, porque la rectitud es algo que experimentan a través de nosotros antes de comprenderla por sí mismos. El mundo les enseña a buscar la imagen, el éxito o la comodidad, pero cuando otros ven la rectitud vivida en nuestras decisiones, reacciones y prioridades, aprenden lo que realmente perdura. La rectitud es elegir el camino de Dios cuando nuestras emociones prefieren el más fácil. Es reconocer nuestros errores en lugar de ocultarlos, perdonar rápidamente para que la amargura no se convierta en una herencia familiar, mantenernos firmes cuando la vida intenta sacudirnos y mantener nuestros hogares anclados en la Palabra de Dios incluso en circunstancias difíciles. Estas decisiones predican más fuerte que cualquier otra cosa.
Cuando la Escritura dice, “Su justicia perdura para siempre”, revela una verdad que todo padre necesita escuchar: nuestros hijos pueden superar nuestros hogares, pero nunca superan el impacto de nuestra rectitud. Los patrones que seguimos se convierten en los caminos que siguen. Los sacrificios que hacemos se convierten en la seguridad en la que se apoyan. La integridad espiritual que modelamos se convierte en la confianza que transmiten ante las tormentas de sus propias vidas. La rectitud infunde valentía en nuestros hijos, claridad en sus decisiones y fortaleza en sus convicciones. Por eso, cada decisión justa importa.
Preguntas De Reflexión:
¿Qué aspecto de mi vida necesita alinearse para que mi legado espiritual se construya sobre mis logros, no sobre mis dificultades?
¿En qué aspectos mis reacciones, patrones o hábitos han moldeado el tono espiritual de mi hogar? ¿Me gusta el tono que mi familia está absorbiendo?
Si mi familia construyera su carácter basándose únicamente en el ejemplo que vivo ahora, ¿qué fortalezas (o dificultades) heredarían? ¿Es este el legado que quiero dejar y cómo puedo cambiarlo si no lo es?
DECLARACIÓN DE ESTA SEMANA:
“Esta semana, elijo caminar en santidad y tomar decisiones diarias que siembren las semillas de un legado espiritual. Rechazo el egoísmo, la pasividad y la apatía espiritual. Elijo la rectitud, la integridad y la obediencia, incluso cuando me cueste. Mi hogar y mis hijos heredarán fortaleza, no ciclos. Lo que Dios está haciendo en mí no se detendrá conmigo. Rompo todo patrón que no refleje el Reino de Dios y establezco un nuevo estándar para las generaciones futuras. Elijo amar cuando es difícil, perdonar con prontitud, mantenerme firme bajo presión y honrar a Dios en cada aspecto de mi vida. Estoy construyendo un cimiento sobre el que mis hijos puedan asentarse y un legado que el cielo reconoce. Declaro que mi vida, mis decisiones y mi ejemplo darán fruto en mi familia por generaciones venideras. Soy diferente porque Cristo vive en mí, y la historia que Dios está escribiendo a través de mi vida me sobrevivirá.”
